Los cambios son pequeños, pero nos acercan poco a poco a lo que queremos. Se trata de cosas que tengo en mente y sé que tengo que hacer, pero que no sabia exactamente cuando iba a empezar.
Por ejemplo, tenemos una estantería que quería pintar de color blanco, porque al trasladarla al cuarto de invitados quedaría mejor de ese color. Pues eso, que sabía que lo tenía que hacer, pero no tenía claro cuando. Mijota me dio el empujoncito para que lo hiciésemos juntos el finde pasado. Hemos aprovechado, además, para hacer limpia y la hemos trasladado a su ubicación definitiva. El resultado ha sido genial y encima es una cosita menos que tenemos que hacer (zas, tachamos de la lista mental).
Este finde he vaciado un baúl que ya no queremos y hemos ido a casa del hermano de Mijota para que nos dé todo lo que quería darnos para Sylvia. Ellos ya tienen dos niños y nos viene fenomenal heredar ropita y demás artilugios, que además de hacernos la vida mucho más fácil nos ahorra mucho dinero. Conclusión, otros dos zas en mi lista mental.
Otra cosita que me preocupaba era un dibujo-mural, que pensábamos hacer en la habitación de la niña. Al principio me parecía una gran idea, pero según ha ido pasando el tiempo y mi barriga ha crecido, me he desinflado y he acabado decidiendo no hacerlo. Era demasiada tensión no solo hacerlo (con el trabajo que ello conllevaba), sino que si no me hubiese gustado el resultado final (para eso soy muy especialita) me hubiese llevado un disgusto y hubiese querido taparlo, pintando de nuevo (anda, que no me conozco). Desde que decidí no hacerlo me he quitado un peso de encima (ZAS enorme en mi lista mental) y Mijota ni os cuento...
Y así pasamos los días, preparándonos poquito a poco, para que cuando llegue el momento estemos preparados. Cada "zas" nos acerca más a ella!
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